Con el inicio de un nuevo año, son muchas las personas que piensan en realizar sus sueños, en iniciar
proyectos y en nuevas formas de generar ingresos.
Cada vez más los jóvenes se capacitan e interesan por los temas de emprendimiento y se inclinan por
desarrollar sus propias iniciativas de negocios.
En nuestro Centro de Emprendimiento solemos asesorar jóvenes en etapa estudiantil cuyos padres se
interesan por el aprendizaje de sus hijos y su incursión en el mundo emprendedor. Por lo general,
proceden de familias empresarias deseosas de que sus hijos sigan el ejemplo de los padres y de que se
eduquen más de lo que ellos mismos alguna vez se educaron en materia empresarial, administrativa y
sobre todo en mentalidad y cultura emprendedora.
Conozco el caso de un joven empresario que luego de agotar más de una década en la vida laboral,
donde fue escalando y ocupando posiciones gerenciales de alto nivel, decidió independizarse en un
momento cumbre de su carrera profesional. Habiendo acumulado experiencia, gran formación, con la
suficiente estabilidad económica para dar este paso y convencido de que ese era su momento para
iniciar varios proyectos propios, de manera simultánea, puso en marcha tres emprendimientos
relacionados entre sí en los cuales se enfocó y logró, en un corto período, llevar a cabo de manera
exitosa.
Muchas personas piensan que contar con capital y estructura es suficiente para emprender. Otros
piensan que es un camino sencillo de transitar.
Ciertamente, emprender requiere de todo un recorrido, de análisis y de evaluación para la puesta en
marcha de un proyecto. También requiere de grandes esfuerzos así como de un buen plan para dar
pasos seguros, independientemente de la edad, ubicación, formación y experiencia acumulada.

Seguir ciertas pautas para poner en marcha una idea de negocio es muy conveniente y facilita el
proceso a cualquier persona que desea hacer su sueño realidad.

Te presento acá 7 Claves para Emprender las cuales espero te sean de gran utilidad:

I. Sueña e idéntica tu mejor sueño emprendedor
Soñar e iniciar el proceso creativo es muy importante, sobre todo cuando no se tiene claro qué
proyecto emprender. Dar paso a la imaginación, al surgimiento de nuevas ideas de negocios y a la
creatividad nos abre un universo de posibilidades inimaginables aún para nosotros mismos.
En esta etapa, es útil listar las ideas que vayan surgiendo durante el proceso creativo sin descartarlas
o categorizarlas. Se trata de simplemente anotarlas. Toda idea es válida hasta que se evalúe y
considere su potencial. Muchas personas parten de un sueño de la infancia, otras de una idea que
han ido desarrollando por años, otros dan paso a la imaginación y aprovechan ideas nuevas y
frescas que van surgiendo en esta etapa tan interesante de generación de ideas. Lo importante es
aprovechar el potencial con que se cuenta, visualizar posibilidades de negocios y dar los pasos para
la posible realización. Si tienes un sueño, una idea que consideras valiosa y útil, no la descartes!
Avanza en tu proceso creativo y date la oportunidad de soñar!

II. Visualiza tu campo de oportunidades
Luego de listar tus ideas, tal como mencionaba anteriormente, es muy importante identificar las de
alto potencial y que puedan estar más alineadas con tus aspiraciones, sueños y deseos. La pasión, el
entusiasmo y la energía que derivan de un posible proyecto que anhelamos con todo nuestro
corazón nos pueden llevar a realizarlo con mayores posibilidades de éxito.
Recuerda que clientes, proveedores y relacionados pueden percibir cuando una persona está
identificada con un puesto de trabajo, una posición o con un proyecto.
Existen industrias en las que tal vez no estemos interesados en incursionar ya sea porque no nos
identificamos con ellas o porque entendemos que existen otros campos de oportunidades de mayor
potencial que podemos aprovechar. Descubre esas posibilidades y considera cuáles podrían ser
óptimas para un posible negocio. Así, combinando tus sueños con ideas factibles de ser puestas en
marcha hallarás el camino hacia las metas emprendedoras que siempre has anhelado.

III. Identifica tus fortalezas y capacidades empresariales

Emprender en un sector o industria distante o alejada de nuestra área de conocimiento, experiencia
o formación necesariamente no significa fracaso. Conocemos de cientos de empresarios que han
invertido en negocios muy diferentes a los que dictan su trayectoria o carrera profesional y han

alcanzado grandes éxitos como emprendedores y líderes de sus empresas. Siempre destaco el hecho
de que es mucho más fácil, cuando hablamos de negocios, incursionar en renglones en los cuales
tenemos conocimiento o experiencia previa ya que el grado de confianza en nuestras habilidades y
competencias personales es mayor para llevar a cabo las tareas propias de la iniciativa que
habremos de poner en marcha dando pasos seguros en un área de negocio que conocemos.
Recientemente me comentaba un emprendedor que estaba muy feliz de haber abierto las puertas del
negocio que soñó toda su vida, sobre todo por lo escalable y rentable que desde un inicio resultó
ser. Otra emprendedora daba testimonio también de cómo incursionó en un tipo de negocio que no
conocía y del éxito en poco tiempo que había alcanzado pues se involucró, estudió y aprendió sobre
el mismo mucho antes de su feliz puesta en marcha. Ambas casos suceden con frecuencia. Lo más
importante es investigar y considerar si estamos preparados, y sobre todo dispuestos a asumir el reto
una vez decidimos incursionar en un tipo de negocio determinado.

IV. Conoce tu competencia
Siempre es bueno estudiar el mercado y analizar e identificar la posible competencia. Ignorar a los
que ya están establecidos, a los que tienen éxito, a los que conocen del mercado y se han ido
posicionando con el tiempo no es de sabios. El mercado nos aporta informaciones muy valiosas
para nuestros propios proyectos y debemos validar nuestro emprendimiento e identificar la posible
clientela que podría consumir o utilizar nuestros productos y servicios. Evitemos iniciar proyectos
sin pensar en las necesidades que tiene el mercado y sin evaluar el nicho más conveniente para la
oferta que pudiéramos presentar.

V. Haz un plan de empresa
Iniciar cualquier proyecto requiere de análisis y planeación. Muchas personas que tienen muy
buenas ideas las ponen en marcha sin un plan mínimo que les permita tomar en cuenta aspectos
clave, presentes y futuros, de cualquier proyecto o emprendimiento. La creatividad nos permite ir
ajustando el proyecto sobre la marcha. Emprender basados en un modelo de negocio y en un plan o
proyecto escrito, con todos los elementos que nos permitirán saber hacia a donde vamos y la forma
en que llevaremos a cabo la iniciativa que tenemos en mente, es muy útil para cualquier persona
emprendedora sin experiencia pero vale la pena.

Elabora tu plan y toma en cuenta los aspectos de mercado, financieros, comerciales, humanos y
tecnológicos que son determinantes para una correcta puesta en marcha, un buen comienzo y
desarrollo en el tiempo. Parece complicado pero podrás encontrar cientos de herramientas útiles que
te servirán como punto de partida para evaluar cada área y posible renglones de inversión
necesarios.

VI. Haz un presupuesto
Las personas verdaderamente sabias y que buscan garantizar el éxito minimizan los riesgos y hacen
los cálculos, mediciones y proyecciones necesarios antes de ejecutar un proyecto. Plasmar la
información de manera escrita o digital, aprovechando la tecnología, es clave para evaluar los
renglones de inversión, gasto y rentabilidad y una apoyo muy valioso para cualquier emprendedor
que busca ir ejecutando de manera programada cada etapa desde la validación, prototipado,
investigación, prospección, etc. Una idea bien armada, evaluada y consensuada por el equipo de
trabajo para su exitosa puesta en marcha siempre deberá considerar, por ejemplo:
 La inversión inicial con su respectiva fuente de ingreso sea por fondos propios, aportes de
terceros o financiamiento.
 Inversión en instalación, maquinaria y equipos, insumos.
 Gastos iniciales mensuales en marketing, tutores, plataforma digital, oficina, etc.
 En base al precio de venta, la proyección de ganancias mensuales y anuales
Una panorámica anual del presupuesto es esencial para no tan solo planificar en el corto plazo sino para
visualizar en un período más prolongado el posible desempeño de nuestro trabajo y el desarrollo del
proyecto. Dicho presupuesto deberá ser ajustado sobre la marcha según surjan nuevas necesidades y
oportunidades que pudieran ser aprovechadas.

VII. Vincúlate con el mercado
Un proyecto bien articulado y con potencial de crecimiento atrae inversionistas. Un buen pitch o
discurso donde el emprendedor y su equipo puedan explicar de manera breve y ágil su idea abre
muchas posibilidades para la inversión ya sea de grandes inversores, mentores o empresarios
interesados en el mismo.
Un plan de negocio bien estructurado y completo, por lo general, es requerido por posibles
inversionistas y socios. Por ello, en la etapa más temprana del proyecto con un modelo de negocio o

plan base es suficiente pero a medida que se avanza se hace necesario elaborar un plan más completo
que pueda ser presentado a personas e instituciones a las que nos acerquemos para solicitar apoyo,
aporte económico y hasta financiamiento.

Utiliza las mejores y más modernas herramientas de planeación de negocio para armar tu proyecto y
prepárate para incursionar en el mercado como emprendedor con tu proyecto, con mucha determinación
y con las estrategias para relacionarte en un mundo cada vez más competitivo a nivel global. Evita el
aislamiento y vincúlate a otros que aporten vivencias, orientación y apoyo para la consolidación y
posible expansión a grandes mercados.

Recuerda que otras personas pueden añadir valor y hasta recursos a tu idea la cual, si es buena, puede
alcanzar gran escalabilidad y crecimiento en el corto plazo. Adelante y muchos éxitos como
emprendedor!!

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